Estudo Geral
Uma Revista que se pretende livre, tendo até a liberdade de o não ser. Livre na divisa, imprevisível na senha. Este "Estudo Geral", também virado à participação local, lembra a fundação do "Estudo Geral" em Portugal, lá longe no ido século XIII, por D. Dinis, "o plantador das naus a haver", como lhe chama Fernando Pessoa em "Mensagem". Coordenação de Edição: Luís Santos.
quarta-feira, 16 de abril de 2025
sábado, 12 de abril de 2025
Coluna do Encantador de Patos
Raul Angel Iturra
PARECE COMO SI FUERA AYER
Los años pasan como si fueran un suspiro. Era en la casa de los Abuelos, Padre y Madrasta de la Mamá, que después de cinco años de esperar el nacimiento del heredero primogénito de la familia Iturra Redondo, ese niño pasaba más tiempo en la casa de los padres de su madre, Doña Flora Redondo Carretero de Iturra Merino, que era aún el hogar del niño y sus padres, porque el papá del bebé viajaba mucho como Ingeniero de Barcos de la Marina Mercante de Chile, grado adquirido en la Universidad Católica de Valparaíso, en donde conoció una linda joven de 20 años que estudiaba lenguas y matemáticas. No faltó el tiempo para que se enamoraran uno del otro. La casa de la estudiante ocupaba una manzana entera de casas, en donde daban hospedaje a los estudiantes de la ciudad universitaria, entre las calles Rancagua esquina de calle Victoria. En corto espacio de tiempo y con la ayuda de su amiga de la infancia, Fanny Lozano, española como la estudiante, el estudiante de Ingeniería pasó en breve a ser más un miembro de la pensión que los Redondo del Cacho Solís, ofrecían, ella D. Carolina, él, Don Ángel. Había distancia y respeto. La parte de la casa en la calle Rancagua, era para la familia; la muy grande de Victoria, para los pensionistas. Dormida, baños, comida, almuerzo en el gran comedor de la parte de Victoria.
No pasaron muchos años, ya Ingeniero él, ella matemática, en el Raúl Iturra Merino pidiera con la ayuda de Fanny Lozano, la mano de la estudiante para casarse con ella. A los 24 años se pusieron las argollas de novios y a los 26 se casaron, con una fiesta de la grande familia en la casa de Victoria. Más de 200 personas fueron convidadas a la ceremonia en la Iglesia de los Doce Apóstoles y al festín en la calle Victoria.
Cansada de siempre estar sola, la ahora Señora de Iturra, trabajaba para abogados y para el negocio de la fábrica de calzado de su padre. Con determinación, cuando en Chile apareció la empresa norteamericana que fabricaba electricidad, el Abuelo del niño y su hija, llenaron los formularios para pedir trabajo de Ingeniero en la fábrica, que más tarde pasó a ser Chilectra, en Laguna Verde, bahía cerca de Valparaíso. La sorpresa fue la del Ingeniero Iturra Merino, a quién le encantaba viajar. Pero, resignado, aceptó el puesto, se quedó en tierra y yo fui hecho, habiendo nacido en el Hospital Deformes, al lado de la Iglesia del matrimonio, que ya no existe por su demolición y la Construcción del Congreso de Chile.
Los años pasaron en eses suspiro, los aires de Laguna Verde, en donde el ingeniero dirigía la empresa, que más tarde pasaría a ser en parte suya por la compra de acciones cuando fue chilenizado en los años 60. Fueron 20 años para los hijos que, crecidos y con grados, abandonaban la casa que los crió. Blanquita, Flor María, Jaime y María de los Ángeles, nacieron en esa casa, pero todos en el hospital Deformes. La antigua estudiante parecía una coneja: no había año en que no naciera un hijo. Uno de los choferes del ingeniero, de la empresa más bien que le daba chofer, decía: la Señora está en estado interesante. Y era verdad: cada curva del camino hacía parar el auto y vomitaba.
Con hijos crecidos y a trabajar en sus profesiones, en los años 60 se quedaron solos. Hicieron en Valparaíso una casa para acompañar su soledad, que acabó por ser la última que tuvieron. El Ingeniero tenía muchas en Concepción, como herencia de su madre y madrasta, como está relatado en mi libro de 2011: Memorias de un extranjero extravagante, 300 páginas, año 2011, que puede ser leído en http://aviagemdosargonautas.net/2012/02/13/memorias-de-un-extranjero-extravagante-nova-serie-de-raul-iturra/ . Laguna Verde aparece como el lugar del divertimiento, de las ferias, en que la familia iba a divertirse, a la playa y a comer y a beber. Las casas de Rancagua con Victoria, pasaron a ser de Laguna Verde!
Pero los años también no pasan en vano para la familia. Los hijos crecen, se casan, tienen sus hijos, van a vivir al extranjero y el que fue el joven matrimonio, pasó a ser una casa de dos.
Se fueron el Ingeniero y la matemática lingüista a la de Valparaíso, en donde primero el falleció en 1990 y en el año 2000, el 9 de Mayo, la ya abuela y bisabuela antigua estudiante, con sus noventa años de edad.
Como para el funeral de su marido ingeniero, Valparaíso todo paró, para el de ella paró Viña del Mar. Ella quería estar segura de que sus funerales serían como estimaba conveniente. En uno de mis grandes viajes a Chile, la llevé a escoger que tipo de caja quería, féretro, quién diría la misa y quienes irían y los que no. Desconfiada, porque yo no estaba siempre en Chile, fuimos a un notario donde todo se registró. Y su Misa de funeral fue celebrada por el Monseñor que ella escogió, Jaime Fernández de Viña del Mar. Los que no irían, era sabido: la edad no perdona y la mayor parte de loes eternos convidados a Laguna Verde, habían entrado a la eternidad, solo que, y quedará viva, la hija más joven de Carolina y Ángel, Carola Redondo Solís de Gajardo, que, en sus ochenta y algunos años, tiene una familia mayor que todos los Redondo, Carretero, Solís, Iturra González, Gajardo Redondo y otros.
Ya la había cuidado en los inviernos chilenos, veranos de Portugal. Me habían visitado con el Ingeniero en Cambridge. Los pasee por Inglaterra, donde también habitaban nuestra hermana segunda, marido e hija, todos más jóvenes que yo. Había sido el primero, pero esa llegada a Laguna Verde rindió frutos más tarde, hasta el punto de ser cinco hermanos y un sobrino criado por ella, hija de su hermana viuda.
En la vida de Laguna Verde, la antigua estudiante, ahora madre y patrona, se encargó de que el Ingeniero mejorara las casas de los trabajadores, enseñó a sus mujeres las mejores dietas que alimentaban sin engordar a las personas, y las casas pasaron a tener muebles de estilo comprados en casa de comercio de Valparaíso. Fundó el Centro de Madres de Laguna Verde y cuando escribí la ley de Juntas de Vecinos y Centros de Madres y fue aprobada por el Congreso como ley esencial de la vida de hogares calmos y tranquilos, fue llamada por el Gobernador de Valparaíso, denominado Intendente, para formar todos los de la Provincia. Ella sola no podía y solicitó un equipo que la ayudara, con pagos en recompensa y muchas Señoras de los trabajadores de Laguna Verde pasaron a trabajar en la Intendencia de la Provincia, viajando a los pueblos y ciudades más desconocidos, para practicar esta ley.
Su madre, su grande tristeza, falleció cuando ella tenía 5 años. La lloró hasta sus noventa…Aún cuando la segunda mujer de su padre, fue siempre la mamá, y como tal se comportó con ella.
Tenía otros trabajos de representación, como su madre, abuela, bisabuela y así hasta Segovia en el Siglo XV, ser damas de compañía de la Reina de España, papel que desempeñó a la perfección cuando la democracia volvió a Chile y los Reyes de España lo visitaron. Era la dama de Doña Sofía de Grecia, Dinamarca y España. Con ella visitó a los presos políticos de la dictadura y ayudó a libertar a muchos. Con Lady Baden-Powell, fundó las niñas escoteras de Chile.
Pertenecíamos a dos mundos diferentes: ella era española, yo no. Era Monárquica, yo también no. Había fundado la falange de Chile que apoyaba al dictador de España, yo no.
Y de no en no, es mejor recordar que me enseño a leer y a escribir siendo aún hijo único e hizo lo posible para que yo tuviera profesores privados en casa.
La dejé de ver cuando quedó viuda el año 90 del siglo pasado, pero la reencontré en 1994, cuando el Presidente Aylwin me convidó a pronunciar conferencias a Chile. Ella fue a todas, con su amiga del alma, la viuda del mejor amigo de su marido, el también ingeniero Enrique López Roossveart, su amiga Aída Meza de López, que siempre estuvo con ella. A quien ayudó a morir.
Construyó una Iglesia de piedra sólida para la población, porque el sitio de las Misas era también de diversión y no le parecía digno.
Como otras cosas que quedan en el secreto de la familia. Su peor error fue dejar de trabajar por imposición del Ingeniero. Con tanta tierra en casa, servidumbre y tías solteras y nanas para sus hijos, bien podía haber dejado la parvada con ellas, más donde capitán… el marinero calla.
Son los recuerdos de por qué su funeral paró el tráfico de Viña del Mar. Había estado con ella dos meses antes de su muerte y no podía volver de inmediato: mis deberes universitarios me lo impedían.
El Lunes 9 de Mayo del año 2000, a las seis de la mañana, después de haber hablado con ella al teléfono durante varios días: había recuperado su memoria, esa llamada mejoría de la muerte y me contaba historias de su infancia y otras mias que solo supe en esos días.
Madre de todos los hijos propios y de otros, este 9 de Mayo, serán 13 años en que a las 6 de la mañana pediste la mano a Margarita, la enfermera que pagábamos para ti, y sin ninguna queja, se fue a reunir con su marido que llevaba más de diez años a su espera en la eternidad.
No te olvides esas noches de vuestra infancia en que todos te pedíamos la por la y que ibas de cama en cama a los seis, diciendo:
Por la señal de la santa cruz+
De nuestros enemigos +
Líbranos, Señor, Dios nuestro +
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo +
Amén.
Y de cama en cama, todos esos años ibas dejando a todos conformes. Y conformes estamos, aun los agnósticos como yo y mi familia!
Como si fuera ayer y lo recuerdo como en la infancia. La vida es un suspiro. El día del funeral me acompaño todo el Martes por la tarde, la madre de un antiguo discípulo mío, Bebé Cirilo, en cuanto oía el funeral por los celulares de la familia. Con mi ausencia, mi hermano tercero hizo el trabajo que me correspondía por ser el mayor y ahora, jefe de familia: la oración fúnebre frente a la multitud de todos los sitios que eran millares más de los que pensamos.
Florentina María Redondo Carretero de Iturra Merino, ¡debes tener olor a santidad!
Tu hijo
Raúl Iturra
Y no te olvides de la porla…..
domingo, 6 de abril de 2025
Agostinho da Silva, Dispersos
"Hoje, as pessoas andam metidas nessa trapalhada de uns
defenderem o capitalismo - ou o liberalismo dentro do capitalismo, é a moda
mais recente - ou, pelo contrário, defenderem o sistema do Estado com a
economia planificada e autoritarismo, julgando que essa é que é a luta
fundamental, quando, no fim de contas, a disputa entre capitalismo e a outra
coisa (como se lhe quiser chamar, socialismo, comunismo), vem de uma raiz comum
- da obrigatoriedade do trabalho; simplesmente o capitalista obriga o cavalheiro
a trabalhar porque se não o fizer morre de fome, e os outros obrigam-no senão é
declarado anti-social... Um caminho certo da economia seria encontrar a maneira
de abolir o trabalho. Mas, vendo bem, não tem que se ter preocupação com isso,
sabe, porque o trabalho está-se abolindo a si próprio!"
- Agostinho da Silva, A NOSSA OBRIGAÇÃO É SER POETA À SOLTA
(Entrevista a Carlos Câmara Leme) [1986], IN DISPERSOS, Instituto de Cultura e
Língua Portuguesa, 1988, pp. 166-167.
domingo, 30 de março de 2025
Do Diário de Vida de Raul Iturra
Vamos Embora meu Diário Querido!
Vamos andando para fora deste lar, Diário Amigo, tens-me
acompanhado anos sem fim, com calma e simpatia, nesta intimidade do meu quarto,
a única possível, ao pé do meu colega de habitação e eu acompanhado por estas fotos de família, única lembrança possível da minha vida anterior. Lá está essa
da minha senhora mãe com esse vestido preto e ajustado, o colar de pérolas
verdadeiras, elegante, esguia, um pé em frente de outro, as mãos cruzadas em
sinal de oração sustendo seu livro de missa, séria, um certo sorriso a
brilhar na sua boca, perto do meu pai, seu marido, esse senhor digno e bonito
que eu abraço, e esse eu sorridente e feliz vestido com o hábito de noviço
dominicano nos meus 17 anos, no dia em que ingressei no mosteiro para um dia
ser sacerdote pregador. Foto que assinala um dia alegre para essa ultra
católica mãe, triste para o não crente pai que assim perde um filho, cheio de
riso para mim que ansiava amar ao próximo e converter pecadores; tudo isso vejo
e lembro nos minutos de sair da cama, às cinco da manhã, para ir escrever no
gabinete que o lar disponibiliza para mim; pensamentos de lembrança com amor
que me fazem sorrir, quão crente e religioso era eu nesse tempo! Como eu
subordinava meu ser a quem eu pensava que fosse a vontade de Deus… tornar-me
sacerdote era o meu intuito…o silêncio do meu quarto permitia-me essa digressão
no tempo…um “ah! era assim que eu pensava”...”era assim que eu decidia”....
Sorri com simpatia pensando no meu ser de então.
Lembrava Querido Diário como eu mortificava a minha carne
com silícios e chicotadas para não ter pensamentos que furassem a minha
castidade agora entregue à Divindade… Meu colega de quarto resmungou entre
sonos e distraiu a minha recordação… que volta… e vejo-me sair desse mosteiro
poucos meses depois do dia da foto em procura de estudos e de amor, e romper a
castidade de amor e de sexo em que nem uma masturbação tive, para assim, em
estado de pureza louvar o Criador…Era assim o meu acreditar de então.
Lembrava-me disso nessa fria manhã do dia de me ir embora do
lar em que vivi, tão semelhante como me tinha ido fora do dito convento…
Pensando no meu futuro decidi que o que eu queria era defender os injustiçados,
ajudar os criminosos, socorrer os sem abrigo e decidi então ser advogado, uma
espécie de sacerdote cível sem obrigação de castidade, pobreza e obediência,
três votos que na solidão da casa de repouso lembrava-me serem sementes do meu
futuro… Sorri com essa lembrança nessa madrugada em que me mudei para casa da
mulher da qual eu estava namorado e que desejava… À saída do mosteiro não tinha
um amor para motivar o meu abandono da cela monástica, mas sim o tive para
fugir dessa outra subordinação às regras de uma casa de velhos, pensava eu na
hora de sair da cama, na minha intimidade, submissa às regras civis… Como
tentei de as manipular na solidão da minha escrita e nas minhas persistente
leituras no corredor, onde me sentava e onde me ia entretendo nesses nove anos
de enclausuramento causados pela manipulação mentirosa de uma minha descendente
que me classificara como incapaz de entender o real e fechara-me nessa
instituição. Quando abandonei o mosteiro tinha uma vida toda para construir e
ser alguém dedicado a trabalhar para outros; mas abandonar o lar de velhos era
um recuperar de uma vida de amor e de desejo com a mulher que amava, de calma e
simpatia, de namoro, de trabalho como se eu fosse entendido em aves e terra… pensava eu tudo isso no dia da minha partida, meditava na teologia que eu
estudei , nas qualidades de Deus, no amor fraterno… mas nessa madrugada meditava
em como amava essa carismática e atraente mulher, era recuperar uma vida que
tinha começado anos passados, uma atração que me fazia feliz, arriscado e
forte… era ser jovem outra vez, era para mim retomar uma vida a dois … para ser
autónomo e feliz... era tanto o meu pensar para essas horas da madrugada…
No lar lutei para restituir a credibilidade em mim, apostei
para que os outros fossem felizes, servi os meus colegas de idade, assim como
sobrevivi com o apoio incrível da mulher que amo e que me deu apoio
incondicional, assim como a minha outra descendente que não me largaram e
acompanharam-me durante anos… também com o apoio de uma “amiga gorda” com a
qual falava infinitamente… Ideias e lembranças, todas, na madrugada da minha
partida.
Saí do lar… tinha eu adoecido pela falta de dopamina, a
secreção que permite pensar, andar, calcular, o neurónio restabeleceu-se,
cresceu, recuperei faculdades com a ajuda de uma médica do lar… corri ao
tribunal, pedi a mudança de filha acompanhante, ganhei a minha causa, foi-me
dito que podia viver onde quisesse… cá estou eu com a senhora que acreditou em
mim e me fez feliz. Foi com ela que fomos de visita à minha vida anterior, aos
amigos das aldeias que estudei, sobre as quais escrevi quatro livros, a minha
família galega como se denominam a si próprios, dias de felicidade e de atenção
deles para connosco…de uma simpatia e bom tratamento que me permite esquecer a
violência com que me tratara a descendente que me fechou no lar que agora
abandonei finalmente… nem consigo lembrar as formas duras que foram empregues
por essa minha descendente e sua família para me desqualificar socialmente… para
que meus amigos e colegas fugissem de mim… para me isolar e não receber as
honrarias que a sociedade me quis dar… e que contudo teve um final feliz para
mim. Assim exponho as lembranças do apoio que pude dar aos velhos do lar, que
tenho escrito neste livro, que agora, por amor de Deus, só quero acabar para
não sofrer mais por causa das manipulações da dita descendente… perdi uma filha
e dois netos mas ganhei uma vida de amor e tranquilidade. O editor deste meu
livro e de amigos que me acompanharam nesses nove anos, eles sabem quem
são, têm convertido a minha vida no paraíso que sempre sonhei…
Tive dois mosteiros, o de sacerdote a servir uma divindade,
na qual eu já não acredito, e o de uma casa de repouso onde fui maldosamente
encerrado. Dos dois consegui safar-me sem grandes dificuldades ou tristezas
para minha vida que agora é feliz e plena… passei a ser um encantador de patos
como a mulher que amo me denomina, besos e abrazos Diário Querido que me tens
acompanhado toda a minha larga vida de quase 85 anos… tanto ano… Diário Amigo.
Professor Doutor Raul Iturra, Catedrático Emérito do
ISCTE-IUL
Texto Editado por Claire Smith, Antropóloga
Barra Mansa, Março 2025
Notinha: Na foto, Raul Iturra, Quinta Barra Mansa, Fontanelas, Sintra, Portugal - fotografia de Maria do Céu Raposo.
domingo, 9 de março de 2025
Quando eu for grande quero ir à Primavera
por Luís Santos
QUANDO EU FOR GRANDE QUERO IR À PRIMAVERA
É o título de um livro do Professor José Pacheco. Grande
homem. Tudo pelos alunos, por uma boa educação, ajudando-os tanto quanto
possível a construírem-se como pessoas de excelência, sobretudo os mais
frágeis, os abandonados à sua sorte, numa natureza dura de contrariar. Em
breve, vindo do Brasil, onde vai desenvolvendo um extraordinário projeto de
educação, voluntário, regressará à nossa Escola para nos oferecer a todos, mais
uma das suas belas lições.
José Pacheco leva-nos a Rubem Alves, um outro pedagogo e
poeta dos grandes, brasileiro, que fisicamente já nos deixou. E deixou-nos
muito. Como, por exemplo, “A Escola com que sempre sonhei, sem sem imaginar que
pudesse existir”, a tal Escola da Ponte, Vila das Aves, que há muitos anos
funciona como um farol que nos orienta.
Uma citação do livro de Rubem Alves que se refere: “O pássaro pousa no ombro de todos os que sobreviveram à pergunta: o que queres ser quando fores grande?...”
Juntamos também um poema dos nossos:
Estudar é procurar
o caminho de lá chegar,
aprender a ser
Ir à escola é ir estudar
Ensinar é ajudar a crescer,
a ser feliz
Ir à escola
não é (só) ir trabalhar
é ensinar e aprender,
a brincar
quarta-feira, 26 de fevereiro de 2025
Do Diário de Vida de Raul Iturra
A minha família e eu, Diário Amigo...
"...Caralho...onde será que andam estes rapazes...José Luís! Luís
Migueeel...! andem cá...! Venham caralho...! O “inri” disse-me que iam andar
bem... que o Luís Miguel podia caminhar...puxa onde é que andam estas merdas...
Luís Migueel!?! José Luíis!?! Joosé Luís..!! andem cá...! disse-me este senhor,
o “inri” como a palavra de Jesus quando estava crucificado…, esse que se senta
perto da porta de entrada… que vocês andam na vindima... será...? …talvez este
corredor por onde ando me leve para o caminho... Luíis Migueel…!, José
Luíis...!! tira-te daí puta... sai do meu caminho sua bêbada... esta é a minha
rua...puta... sai...ai!, aí há uma porta...vejo um pátio que de certeza leva-me
à estrada que me leva à vindima... José L…, L... Miguel...será que foram à casa
da Ivonne... a minha filha ...Luíiis... não pode ser, ela dá aulas... ha! cá
está a porta que me tira de aqui... mesmo...vai dar ao caminho onde me disse o
senhor que era a vindima… é só um salto... é só andar e rápido porque faz-se
noite e vejo mal... meninos!... a comer pois... onde é que estão
meninos?... paparoca!!... vejo pouco ...o sol entrou... caralho... olá, vem aí
um carro... vou correr pró mato para não me atropelar... atão... vem aí uma
senhora e um senhor... não queero…, não me agaarrem...! que eu não grite? como
não vou gritar se me estão a agarrar para eu não ir à vindima ter com os meus
rapazes! …o que vão eles cear? não vê que trabalham o dia inteiro e têm fome...
largue sua puta bêbada... soltem-me... meus filhos são doentes e vou levá-los à
casa... larguem-me digo!... não quero entrar no seu carro... ai caralho... está
me a magoar... Luís...Zé Miguel...! …larguem-me os braços... não vou entrar...
aí... aí... aí..." Foi o que disse a minha amiga magra do lar, enquanto
empurrava portas e afastava velhos para fugir da casa de repouso. E foi o que
fez com sucesso. Ela foi encontrada pelos funcionários que saíram de carro a
correr à sua procura no entardecer, numa tarde de inverno, alarmados e
assustados pela sua segurança. Por sorte foi que uma senhora a viu na estrada a
andar sem tino e gritar o nome de pessoas, calculou que ela era do lar e
avisou-nos. Não era a primeira vez que essa mulher de 94 anos que vivia no lar,
sempre em procura dos seus filhos já adultos, mas com atraso mental… zangava-se
com todos e fugia para tratar deles... a família colocou-a no lar, mas todos os
dias a sua angústia crescia por não os ver. Ela batia nas pessoas todas porque
não podia tratar desses adultos doentes, que eram crianças para ela…
Um dia meditava eu, com tristeza, nesta mãe frustrada que
procurava os seus filhos, quando ouvi de repente pontapés e golpes na porta do
refeitório e um pranto de agonia que interrompeu a minha meditação... "deixem-me
entrar ... abrem a porta pois... tenho que ir trabalhar para lavar os pratos do
jantar que cozinhei para os miúdos deste jardim de infância...abrem a porta...
não sejam maus, devo acabar meu trabalho para esses pequeninos, por favor... se
não trabalho como é que posso tomar conta do meu marido... e desses pequenos...
abrem...!! por favor!..." dizia a pequena cozinheira de metro e meio
de altura que, em desespero, temia não cumprir ao que estava obrigada no seu
emprego. A senhora chorava com grande mágoa. Então eu tomei as suas mãos,
beijei a sua cabeça e tentei acalmá-la porque sofria mais do que uma senhora
idosa como ela podia suportar. Sua sobrinha veio visitá-la como fazia sempre
todas as três semanas e desta vez contei-lhe a desventura da sua tia. Ela
disse-me que mais nada podia fazer por ela, e já era muito, que a sua tia era
uma viúva sem filhos que se tinha fartado de trabalhar para cuidar do seu
marido doente e tinha adoecido quando ele morreu… regressando à infância... Por
isso, essa pequena mulher ia a todos os quartos à procura de roupa para levar
para a casa do seu marido...que a esperava para jantar. Um triste fim de vida
para quem contribuiu para o bem estar dos filhos de outros, que na sua
esterilidade não foi capaz de conceber. Por isso ela adotava emotivamente os
filhos dos outros... que ia perdendo a cada ciclo, nessa elementar ação de os
alimentar, o mais humano dos trabalhos… alimentar para manter crianças vivas e
felizes! Ó Querido Diário uma luta sem fim, esse anseio desesperado de dar
conforto às suas crianças agora imaginárias, esse manter vivo o homem que
amava, uma louvável acção aprendida no seu duro lutar pelos outros.
" Anda Esmeralda - essa irmã defunta que ela ressuscitou, senta-te aqui comigo, querida irmã, aquece as minhas mãos pois eu não consigo, dá-me essa manta para me agasalhar antes que venha o nosso irmão João ma tirar e que eu fique com frio… ele vai dizer que já tenho manta nas pernas, para que quero mais... e quê... eu queria outra manta agora para as minhas costas... anda menina, dá já!… que morro de frio... essa manta não é de ninguém, digo-te é minha pois… anda… dá cá mulher... olha! ... repara abriu-se a porta da rua... vamos já fugir com este senhor que a abriu… carago…”. E dizia o velho que abriu a porta “abri a porta não sei como, consegui tirar o fecho de cima... vou correr para treinar à bola o meu plantel... assim continuo ativo para que os meus filhos se orgulhem de mim... dinheiro eles já têm…, trabalho também, falta-lhes ter o prazer de contar com um pai bem conhecido e muito aplaudido pelos outros... vamos minha senhora para o campo da bola?" "Vamos senhor sim com a minha irmã Esmeralda..." "… que bom sermos tantos... tem que me aplaudir muito!..." "aplaudimos Esmeralda?” "Que diz ela senhora..." "Diz que não entende a merda da bola, mas que como vamos fugir juntos vai bater palmas para agradecer..." "Bom então..." "Vamos depressa...?" "...vamos pois, vão gostar de me ver treinar, estou certo..."
Aí parou a aventura que vi e ouvi. Fui calmamente ao gabinete da direcção
referir deste projeto de escapada e a aventura cessou... Tinham conseguido
abrir a porta e sair para bem deles foram travados no seu intento, mas
desapontados na realidade por eles fabricada.
Relatos de situações recriadas bem melhores que a que o lar
ou as suas famílias fossem capazes de lhes inventar ou sugerir. Para familiares
e funcionários do lar eram transgressões por mentes doentes, não uma elaboração
feita por seres humanos agora isolados que antes tinham sido habituados a
carícias, a ter responsabilidades, dar e receber amor, a ter uma família e que
perderam desde o dia que entraram no lar e tiveram que inventar uma alternativa
para acompanhar essas emoções vazias. Para a família era um congeminar de
mentes doentes, não era entendido como algo que se procura, com essas
elementares criações e assim encontrar um amor que já não têm. A pior das
faltas num lar. Os velhos são pessoas que amam e tentam recuperar uma vida
doméstica perdida com imaginária criação.
Querido Diário, tudo isso é uma atentado contra família,
carinho, maturidade e passa a ser substituído com um grande investimento de
ternura em seres com atividades inventadas. É difícil entender este
comportamento mas parece-me que deveria ser respeitado como um direito de
recriar uma família com o aconchego amoroso necessitado por todo o adulto
maior... beijos e abraços Diário Querido...se não falo contigo, com quem falo
então...?
Professor Doutor Raul Iturra, Catedrático Emérito do
ISCTE-IUL
Texto Editado por Claire Smith, Antropóloga
Barra Mansa, Fevereiro 2025
sábado, 15 de fevereiro de 2025
UMA LÍNGUA DE FOGO
sábado, 1 de fevereiro de 2025
Do Diário de Vida de Raul Iturra
A Minha Gorda Amiga
Uma homenagem
É com alegria e sorrisos, meu Diário Querido, que vou-me lembrando dessas conversas de quase nove anos que tive no lar onde resido com a minha gorda amiga, já mencionada por mim nos capítulos anteriores. Gorda como metáfora de uma mulher linda, com cara de porcelana como boneca, lisa, sem nenhuma ruga nos seus 86 anos. Anos que eram celebrados por todos nós no 22 de Abril de cada ano. A senhora alta, esguia, apesar dos quilos a mais que tinha em certos anos, porque desde sempre tem adorado comer. Era bom dente, melhor garfo, eram abundantes as bolachas e chocolates... Uma senhora mesmo senhora, cativante, vestida com roupa que tem tido por hábito mudar todos os dias. Levava mais de uma hora no seu quarto para escolher o vestido que mais assentasse aos seus caprichos do momento. Roupa grossa no inverno, com casacos compridos adequados à cor do fato, sempre com vestidos porque: “as calças são para homens e eu não sou, sou mulher que gosta de atrapalhar homens bonitos com a minha roupa”, gostava ela de dizer e de pôr em prática. Daí as largas horas que gasta em se arranjar e para pentear os escassos cabelos sobreviventes da sua cabeça...ela os pintava...quase cor ruiva que gostava para parecer mais arrumada… Sugeri-lhe, um dia, deixar de pintar o cabelo, ela aceitou e passaram a ser de cor branca, parecendo-se assim como mulher digna da alta sociedade, como ela gosta de ser classificada. Por norma, esta distinta mulher quer andar com pessoas bonitas e bem apresentadas e por isso mandava-me, ao longo destes anos todos, atar um lenço ao pescoço e colocá-lo dentro da camisa. Mandava-me comer, comer e muito "para que desapareçam as covas da sua cara, Sr. Doutor, para que fique assim mais bonito"...Gosta dessa elegância nos outros. Desde o primeiro dia que partilhamos o lar gostou do proprietário da casa de repouso, um homem jovem, bonito, bem vestido e perfumado. Odor que ela adora. Ela nunca deixou de me oferecer água de colónia: “caso o perfume tão bom que usa o Sr. Doutor e que eu gosto se esgote...". Sempre me chama Sr. Doutor e obriga os outros a usarem este adjectivo para falarem comigo. Um senhor Doutor quando não usava “Senhor Professor Doutor que escreve tantos livros”. Tem sido um bom garfo e melhor vestida ainda, mas a falar...fala todo o tempo...calmamente, lentamente, informada, especialmente de bispos e papas, santos e anjos, um saber litúrgico sem igual. Cansava-me tanta palavra, especialmente porque gosto de ler em silêncio. Parar aquilo era só com comédia: fecho o olho esquerdo que ela vê desde o seu sítio enquanto mantinha aberto o direito para ver televisão no tempo em que eu gostava de ver programas. "Está a dormir?.." dizia-me e eu respondo..."Estou a dormir profundamente...", mentia eu e ela aceitava e assim calava-se. "Que dia é hoje querida amiga?" “segunda..." "pense bem... ontem veio a sua filha que só aparece aos sábados..." "não me diga que é domingo.." "é..." "atão...há missa.." e eu punha o canal correspondente na liturgia do domingo dos católicos e ela ia orando ao longo do que o oficiante dizia...em profundo silêncio perante os outros ali sentados...e ai dos que falam...!! Recebem um grito de fúria "caluda...é a missa...não se fala...respeito". Ela católica devota, eu anticatólico frenético e militante, passei a respeitar profundamente a sua inabalável fé... ela quase uma santa na sua devoção...e o terço! ai, meu Deus...três ou quatro por dia...era eu o seu coro ou procurava-lhe outros acompanhantes, havia muitos, era só coordenar os que iam rezar com ela, eu organizava e ela gostava da minha iniciativa, contava com ela, era esperada. Aprendi muita geografia de Portugal com as suas histórias de viagens quando procurava velharias que vendia na sua loja na estrada de Sintra, o que sempre gostou de fazer nos trinta e cinco anos de atividade como também aprendi a geografia da sua terra: "Sou da aldeia com ovelhas que eu pastoreava enquanto lia os romances do Camilo (Castelo Branco) e a vida do Santo António, pertenço à freguesia do carvão, do distrito dos antigos escravos que os romanos não foram capaz de conquistar”, ensinou-me ela. Eu agradecia...um par de vezes disse-me que sonhava comigo, eu curioso, queria saber o que sonhava. Ela: "Aí não! É só comigo, tenho vergonha de lhe contar..."...outra vez desafiou-me "o Sr. Doutor comprimenta as senhoras com um beijo e a mim nada..." Lá fui eu, beijei sua bochecha e ela feliz com esse carinho, “...não vou lavar a cara nos próximos dias..."!! Num lar de idosos havia pessoas que morriam, eu sabia e vinha-lhe contar e a minha muito querida amiga rezava terços pelas suas almas durante três dias porque "ele está no julgamento divino e com o terço ajudo-o….". Com a passagem do tempo, a minha maravilhosa amiga emagreceu e passou de mulher forte a elegante, linda, bem vestida a uma senhora mais querida ainda na sua magreza. Ela adorava a minha mulher. Tinha sempre um presente para ela nas suas visitas com beijos sem fim. Cara de porcelana, uma beleza velha desperdiçada, querida por todos no lar: ela não grita, não se zanga, opina e tem sido ouvida como ninguém, com uma dignidade sem arrogância que a todos cativa. Não fosse eu casado e amante da minha mulher a teria namorado, essa dama que quando uma descendente minha retirou-me com maldade o uso do meu telefone ela deixou-me usar o dela sem pagamento. Minha mulher ofereceu-lhe uma cruz dourada com pedras de cores de fantasia e ela a todos dizia que era um presente de ouro com pedras preciosas, porque não podia ser por menos vindo de uma senhora que ela, essa minha antiga amiga gorda depois elegante e muito bonita, mas mesmo muito bonita, recebeu da sua amada amiga, minha mulher. Essa minha querida matrona elegante e calma entrou ontem na eternidade e hoje vai ser enterrada, eu a choro profundamente mas aceito a realidade com calma, não tenho outra opção, descansou...Querido Diário, vamos lembrá-la enquanto estivermos vivos e vamos nos encontrar na ressurreição em que ela acreditava.
Professor Doutor Raul Iturra, Catedrático Emérito do ISCTE-IUL
Texto Editado por Claire Smith, Antropóloga
Barra Mansa, Janeiro 2025
quinta-feira, 23 de janeiro de 2025
Estudo Geral
No dia 23 de janeiro, lá longe em 2010, assinalam-se as primeiras publicações que este nosso pasquim conheceu. Faz 15 anos.
Já muita água correu por debaixo da ponte e o Estudo Geral,
além do mais, constitui-se como um repositório de muitas e boas participações
sempre disponíveis.
Por exemplo, Abdul Cadre, António Alfacinha, Fernando
Correia da Silva, Francisco Gomes Amorim, João Raposo Nunes, José Flórido, José
Gil, Kity Amaral, Luís Souta, Manuel de Sousa, Manuel Henrique Figueira,
Margarida Castro, Maria Eduarda Fagundes, Miguel Boieiro, Miguel Real, Paulo
Borges, Pedro Du Bois, Pedro Martins, Raul Iturra, Risoleta Pinto Pedro, Walter
Barbosa de Oliveira.
Ou os fisicamente mais próximos, mesmo que alguns já tenham
partido, como António Tapadinhas, Dores Nascimento, Eduardo Espírito Santo,
Francisco José Noronha dos Santos, Leonel Coelho, Luís Gomes, Luís da Cruz
Guerreiro, Luís Santos, Manuel João Croca, Paulo Landeck, Tomás Lima Coelho,
Vítor Moinhos.
Alguns dados estatísticos interessantes:
- Durante estes 15 anos teve 3196 postagens e 749769
visitas.
- Durante este mês teve 3588 visitas, na última semana 2744,
hoje 465.
A fotografia do arco da velha que insiste em passar por cá,
é uma prenda nossa.
segunda-feira, 30 de dezembro de 2024
Trovas do vento que passa
THE BOAT LOVE
Uma casa feita um barco
de barro,
casca de nós ao luar
deslizando pelo meio do mar
estrelado imenso, ondas de luz
e truz
vai atracar
porto de vida que não cessa
um abraço que não pára.
Festas Felizes.
O barquinho vai,
a tardinha cai.
O PÁSSARO AZUL
Faz já algum
tempo, um pássaro como numa aparição, pousou mesmo à nossa frente.
Quando o
passámos para poema, logo o pintor, amigo, António Tapadinhas lhe dedicou uma
tela. Chamou-lhe "o pintor e o pássaro azul".
Este
"pássaro azul", uma ave que anuncia boa sorte, boas aventuranças,
além de poema também nos inspirou uma canção, inédita, que deixamos em baixo.
Ainda este
ano, Janita Salomé também lhe deu nome no seu último album. Muito bom. Basta ir
no "you tube".
António
Arnaut, o pai do Serviço Nacional de Saúde, publicou um livro de contos e
poemas de Natal que assim o intitulou. Um livro que encerra em si a ideia de
milagre... Livro que agora inspira uma Cantata de Natal hoje apresentada, às
18h, no Convento de São Francisco, em Coimbra, e que é dedicada justamente ao
SNS.
Mas há
mais...
Eis a
canção:
PÁSSARO AZUL
Pássaro azul - Bis
Passar o mi
Passar o sol - Bis
Pássaro azul - Bis
Cantar o lá
Passar esta vida
Cantar o lá
Tocá-la em si
Passar o mi
Pássaro azul - Bis
Parar o tempo
Passar a dor
Vencer o espaço
Passar o amor
Pássaro azul - Bis
segunda-feira, 23 de dezembro de 2024
sábado, 14 de dezembro de 2024
Do Diário de Vida de Raul Iturra
A memória dos meus velhos
Eis-me irritante, meu Diário amigo, por essa crença das
pessoas todas, dos velhos sermos esquecidos, não entendermos, não dizermos o
que pretendemos, termos só memória do passado e ignorar o presente. No entanto,
somos pessoas prioritárias em qualquer fila, deixam-nos passar primeiro nas
ruas onde os carros param à nossa passagem. Vejo-me obrigado a agradecer
mexendo a minha bengala em gesto de cumprimento. Faz pouco fui convidado a ver
uma peça de teatro com a minha família. No foyer éramos uma multidão à
espera do começo da obra. Os mais jovens, corpos ágeis, tinham aparecido
primeiro e estavam sentados nas escassas cadeiras; o meu enteado mais velho e a
sua mulher procuraram sítio para mim porque tínhamos chegado mais tarde devido
ao meu caminhar lento; uma senhora amável levantou-se e convidou-me a usar o
seu sítio contra todos os meus princípios de “ladys first” e dizer, como era
meu hábito à mulher que me oferecia a cadeira e à mulher do meu enteado que
elas é que deveriam ter prioridade. Princípio que ninguém queria aplicar, eu
era um velhinho magro e tremido por estar em pé; eles eram amáveis entendiam a
realidade, eu por minha vez queria usar o tradicional “mulheres primeiro” que
tinha norteado quase oitenta anos da minha vida…Como é que uma mulher, ainda
por cima bonita, ia-me dar o seu lugar?…
Os
velhos não somos pessoas que esquecemos, somos seres de princípios. Estes
princípios têm mudado com a passagem do tempo. Os nossos corpos resistem um
pouco, cansamo-nos, custa-nos muito admitir essa realidade. Talvez uma simpatia
devesse acompanhar essa gentileza de quem nos quer amparar para nos ajudar, sem
acanhamento: um sorriso, uma palavra amável para nos aceitar, uma abertura e
argúcia a outras realidades. Ó Diário querido como educar os jovens para serem
espontâneos no seu apoio, com alguma imaginação e sem vergonha nem embaraço
pela caridade que fazem. Caridade essa que entendo ser a atitude má. Ser
caridoso é o que nós os velhos rejeitamos porque salienta a nossa inutilidade
na interação social. Na sociedade capitalista da concorrência é a forma de
mostrar que somos inúteis na produção, de nos sentirmos pouco ativos na vida
social, especialmente depois de termos passado a vida a criar e orientar
outros, a criar filhos para serem interativos. Fomos criados numa sociedade que
entende que a realidade deve ser caridosa e que obriga a socorrer os
velhos…Dizem de nós: “Eles não sabem, coitadinhos não entendem, esqueceram!”
Tudo isto é indigno de nós.
Tenho
uma querida amiga entre os meus velhos do lar que fartava de dizer a todos os
que queriam ouvir que ela era filha dum senhor que compunha música e escrevia
poemas na sua casa da aldeia A, da freguesia B, do concelho de C, do distrito
D, onde ela tomava conta do rebanho de cabras e ovelhas todo o dia enquanto ia
lendo histórias; após sete anos de contar isto a todos, agora só lembra este
facto se lhe é perguntado com simpatia numa conversa normal, com carinho e
estímulo. Tenho reparado que este carinho e apoio estimula a memória que outros
dizem que não temos, uma memória atrapalhada pelo medo dos que mandam, dos que
decidem. Um temor destas nossas crianças que rapidamente no tempo passam a ser
autoridades no lugar em que dantes éramos nós a organizar a sua vida. Não
reclamo o status quo, não peço para parar a sociedade na geração anterior, só
digo que não queremos condescendência, queremos igualdade no tratamento e amor
na interação. Não queremos que gozem da nossa conversa, menos ainda fazer pouco
de nós, mas queremos que seja aceite sem ironia a realidade que vive o adulto
maior; se se aceita com alegria e estímulo o que uma criança inventa como
realidade, porque não fazer igual com a criança velha?
Tenho reclamado esse respeito ao longo da minha vida em
livros e ensaios, mas nunca tive aderentes a essa ideia.
Tenho tido companheiros de quarto que se sentem atemorizados
quando chegamos ao pé deles, gritam e pedem ajuda, como esse senhor acometido
com o mal degenerativo de Huntington que, por casualidade, um dia
perguntei-lhe quem era esse lindo rapaz numa foto que tinha ao pé dele, se era
filho ou amigo. Ele parou de gritar e disse-me com orgulho ”esse sou eu aos
meus vinte anos”. Comecei a falar com ele sobre a sua vida dessa altura, e ele
passou a contar-me das pessoas namoradas que tinha tido e, na sua difícil
maneira de narrar, disse-me do colega que o tinha seduzido e da mulher que o
tinha abandonado pela sua doença. Desde aquele dia pude acarinhá-lo, ouvi-lo,
perdi o medo, pude beijá-lo. Um carinho que ele passou a esperar da minha parte
porque mais ninguém lhe falava ou acariciava. O medo que eu tinha com os seus
gritos passou com o amor que lhe dei e ele por seu lado acalmou. Nenhum homem
beija outro na nossa cultura pelo temor de ser qualificado como gay. Com esse
medo os machos batem nos outros machos quando é necessário. Para acalmar e
apoiar os meus colegas do lar, apenas os funcionários não cristãos tocam e
beijam esses velhos doentes. Com eles aprendi e assim a memória volta, e torna
a vida calma, volta a simpatia, a comunicação… o medo desaparece, esse medo que
faz gritar. Também deste colega de mesa, que sempre dizia que nada tinha para
dizer, descobri que tinha uma filha e uma sobrinha com as quais não se dava
muito bem, mas foi-me contando a vida da sua descendência e do seu passado. Até
ganhou peso, antes aprisionado num corpo magro de solidão, depois de ter
socializado seu problema.
A falta de lembrança também ocorre pela falta
de contacto com a normalidade da realidade criada nas pessoas pela
demência senil ou doenças neurológicas que aparecem com a idade. Assim como a
senhora que fala com a sua irmã defunta e que quando eu aceitei esta conversa
como um facto real, ela passou a sentar-se ao pé de mim e a me contar as suas
conversas com a morta. Facto que eu contei às suas filhas e a partir daí, sem
dúvida, conseguiram melhorar a sua relação com a mãe. Eu próprio tive uma filha
que inventou uma família que dormia na casa de banho da nossa casa. Ela não
conseguia dormir sem antes ir deitar a sua família inventada que para ela tinha
existência material. Se aceitamos a realidade inventada com respeito, carinho e
inteligência para uma criança, porque não se aceita também a realidade
inventada pelo adulto maior.
Os velhos não esquecemos, a nossa verdade é que é diferente da histórica, até por motivos de limitações fisiológicas e biológicas. É difícil viver na interação da concorrência e do lucro para o que já não temos nem informação, força, apetite ou entendimento. A maior parte de nós não pode realizar operações bancárias ou mesmo de comunicação porque hoje em dia tudo é digital e virtual, até o dinheiro pelo que lutamos uma vida inteira transforma-se em números abstratos - nunca o vemos, é imaterial. Como é que se pode pretender que o velhinho se lembre da materialidade que sustenta a memória se hoje ela é completamente diferente? Hoje em dia há barrigas de aluguer para a reprodução humana, matrimónio entre pessoas do mesmo sexo, morte assistida, divórcio, namoros que começam pela cama, valor das palavras na mesma língua que tem diferente significados. É uma sociedade absolutamente diferente para o qual o velho ou velha, este adulto maior, foi educado e que as religiões persistem em impingir como verdade dogmática contra os princípios que agora governam a interação… A maior parte da sociedade está condenada a não lembrar o que não viveu… Com carinho é que se entende as recordações e realidade deste ser que já é de outra história. A falta de carinho dá medo e o medo faz esquecer.
Professor Doutor Raul Iturra, Catedrático Emérito do ISCTE-IUL
Texto Editado por Claire Smith, Antropóloga
Barra Mansa, Dezembro de 2024
domingo, 8 de dezembro de 2024
"Fui Lá Visitar Pastores..."
por Luís Santos
1. O PENSADOR
Quando o irmão Bapu* nos convidou para o visitarmos em
Luanda(!), entre vários outros artefactos, trouxemos de lá um
"Pensador", companheiro de todos os dias, extraordinária estatueta
que é um dos símbolos nacionais de Angola.
Essa estatueta, anos passados, acabou por dar um trambolhão
e ficou amputada nalgumas partes do corpo... e nós amputados também... mas,
curiosamente, logo nos ofereceram outra com o dobro do tamanho.
Temo-la exposta em casa, ao lado da secretária de trabalho,
escritório e quarto, e hoje ao olharmos para ela, mais uma vez, admirámos a
perfeita estética, a robusta e encantadora madeira, pau-preto.
Depois o pensamento levou-nos ao Mpingo, o nome da árvore, à
semente que a deu, na terra vermelha em que cresceu, da água que bebeu, luz do
sol, via láctea, galáxia das galáxias. Quem diria, este Pensador feito uma
semente, tem em si o universo inteiro.
Mais ainda, além de uma admirável cultura, representa a
experiência dos longos anos, a sabedoria e o conhecimento dos segredos da vida.
Valete, fratres.
(*) Bapu, quer dizer “pai”, nome com que os indianos se referem carinhosamente a Mahatma Ghandi. Mahatma, por sua vez, significa grande alma, venerável. Aqui, extensível a um querido irmão, e ele sabe quem É.
2. OS PAPÉIS DO INGLÊS
Ontem à noite fomos revisitar Angola. Fomos sozinhos, mas não desacompanhados. Esta coisa de deixar o medo e pensamentos negativos de lado, foi princípio que a vida nos ensinou. E até porque, em boa verdade, somos todos muitos mais do que só um.
Na lembrança, lá mais atrás, uma inesquecível visita a um irmão de armas, mas não militares, embora em período de guerra civil. Daquela vez à volta de Luanda, até ao Mussulo. Sempre fomos puxando pelo fim das guerras, e conseguimos. 40 anos.
Ontem, foi o deserto do Namibe. Corre-nos no sangue. Toda aquela faixa de areia avermelhada, onde não há mais nada, a beijar a longa costa atlântica, de onde nos chegam flores do lácio, Mariana.
Fomos lá visitar pastores.
P.S.: Os Papéis do Inglês é um filme produzido por Paulo Branco e realizado por Sérgio Graciano a partir do livro do antropólogo Ruy Duarte de Carvalho "Vou Lá Visitar Pastores".
domingo, 1 de dezembro de 2024
terça-feira, 19 de novembro de 2024
Do Diário de Vida de Raul Iturra
Alegrias no Lar
“Era um capitão dum barco de turistas que no meio duma
tempestade chamou um marinheiro que era gago e disse-lhe para atirar a âncora
para parar o barco porque este estava a soçobrar. O marinheiro gago que mal
entendia as palavras e mal avaliava as situações, ripostou ao comandante:
“pois é capitão, é melhor so-sobrar do que fa-faltar…!” contava a minha
falecida irmã quando brincava em vida. Eu ria como um possesso com a história
do jovem marinheiro gago que confundia “soçobrar” que quer dizer afundar com o
“so- sobrar” que era a sua forma gaga de dizer sobrar… Era uma irmã divertida,
como o era também o escritor espanhol Jardiel Poncela do começo do século XX ,
que narra no seu espantoso livro “La Tournée de Dios” que o criador numa
anunciada visita à terra apareceu num balão Zeppelin... Os notáveis da terra o
esperavam em formação no cimo dum monte, com o representante da divindade
na terra, o Papa na frente da fila; Deus desce do Zeppelin, um velhinho magro,
pequeno, com uma pequena mala na mão direita e vestido de fraque, olha
indeciso e com temor para tanta gente aí reunida, hesita e avança duvidoso para
um senhor vestido de vermelho, ajoelha-se e diz com temor: “Santidade…” e
beija o chão… o cardeal em questão sente-se embaraçado e lhe diz com medo “meu
Senhor, não sou eu… é esse pequenino vestido de branco que está aí…” e
dissimuladamente o cardeal aponta várias vezes com o dedo para ao lado e Deus
diz…”Desculpe, é que há tanta gente… e faz tão pouco tempo que mudaram o meu
representante na terra que fico confuso… também já estou tão velho que me
engano…”
Se o marinheiro curtido equivoca-se, se a divindade
engana-se também, o que não será Diário querido dos enganos dos meus velhos do
lar! Era essa capacidade de se equivocar que vários de nós usamos maldosamente
para nos divertir com os nossos colegas utentes. Foi o que eu fiz vezes sem
conta com a minha querida amiga de mesa, essa senhora gorda que adorava a
hierarquia das classes sociais do qual eu tomei vantagem e disse-lhe um dia
que: “as pessoas da alta usam a colher e não a faca para comer”. Ela de imediato
pousou a faca, e passou doravante a usar a colher para comer; olhava para
mim com um porte altivo, elegante, com uma certa arrogância no seu visual e
passou a aconselhar a todos usar a colher em vez da faca para comer… Todo o lar
come agora com este talher tão prático que até os funcionários o aconselham e
todos o preferem. Duma brincadeira nasceu uma forma de comer bem mais
prática para os velhos. Ou também o problema do garfo… em que sugeri,
também à minha gorda amiga… “que os dentes do garfo devem-se pôr para baixo,
como o usam as marquesas e condessas para não se picarem os dedos”; essa minha
amiga acreditou e assim passou a fazer e foi imitada por vários utentes que se
orientavam pelo seu comportamento. Na visita seguinte da sua família ela apareceu
com ar de orgulho e disse “sou agora uma condessa e como como tal …o Sr. Doutor
ensinou-me” e a família ficou feliz por vê-la tão bem disposta. “Parabéns Sr.
Doutor parabéns por diverti-la!” Sem eu lhes dizer o que eu me tinha divertido
com estas anedotas. Como o caso de outro colega de mesa que adora comer e
repetir o prato, esse grande e gordo amigo meu, que a todas refeições dizia:
“senhora cozinheira não me dava mais um pouquinho, um nadinha de comida a mais
, por favor, uma nadinha...”. Eu advertia: “Ó senhora cozinheira não se engane,
é só uma nadinha, meia batata, meia colher de arroz apenas…e o colega de mesa,
educado e tímido como era reforçava…”pois é cozinheira é mesmo como o Sr.
Doutor diz…”. Felizmente ninguém ligava ao que nós dizíamos e o prato da
segunda vez aparecia cheio. Foi assim que esse meu amigo aumentou mais vinte
quilos de peso. Até lhe é difícil andar agora! Passou de setenta a noventa
quilos, facto quase inédito numa casa de repouso sempre a poupar para não
gastar, mais inclinada a poupar para lucrar e repartir esse dinheiro poupado
aos velhos pela família proprietária… Uma família que brinca com a vida dos
utentes. Assim quando aparecem na casa de repouso vão logo directo desligar os
aquecimentos dos quartos ou retirar o aquecedor da sala de convívio aquecida
agora só pelo calor humano dos vinte e tal utentes apinhados nesta sala. A
outra sala de estar antigamente usada, que é excelente, com sol e vista para o
jardim e para as árvores foi suprimida por “ordem superior”…antes fosse
brincadeira, pensava eu..,queria eu..,sonhava eu…
Essas brincadeiras com os meus colegas utentes não eram
apenas minhas, a minha amiga gorda um dia disse-me que eu não era doutor nem
merecia ser assim chamado porque eu andava a namorar com uma senhora utente que
não prestava, dizia ela, porque nem sabia como me tratar, nem sabia dizer-me sr. Doutor como ela fazia…e essa minha amiga gorda deixou de falar comigo
durante dias a fio; foi uma situação incómoda a de estar na mesa com quem
estávamos habituados a falar, com quem tínhamos falado durante anos e que eu
queria como amiga verdadeira. Felizmente a acusada de conviver comigo disse um
dia a esta minha amiga que ela era uma esposa devota ao seu falecido marido,
acrescentando que de certeza a senhora gorda também o seria. Então ela
reconsiderou e sem explicação nenhuma começou a falar-me outra vez e desta
forma um dia disse-me: “O senhor Doutor merece todos os complimentos
porque Deus o fez Doutor." Foi a melhor brincadeira da minha vida. O que
eu tinha suado para ser doutorado, os anos de pesquisa, os montes de livros
estudados, o sacrifício da minha família e agora no lar, a minha beata amiga
pensa que tudo o que é bom desce desde do Criador, sendo nós uma pura porcaria
que deveríamos agradecer e ficar calados! Engano que todos sofremos pelo ensino
da Santa Madre…Igreja …Católica…uma simpatia dos cónegos que ensinam a palavra
de Deus. Meu Deus! Santa paciência…!
Os enganos são grandes, não só o do marinheiro mas também os
dos dons atribuídos à divindade. Outro engano divertido surgia à hora do
jantar quando um amigo de 92 anos telefonava à sua namorada e lhe dizia
“...meu amor já estou na bicha do jantar”. Era todos os dias corrigido
por outra minha amiga utente, que dantes dançava comigo, mas que tinha perdido
a sua capacidade de andar e que desde o seu confinamento numa cadeira de rodas
ouvia, mandava e dizia-lhe, aos gritos; “ não é bicha!...é fila! …bicha é
homem que gosta de homem!” O namorado apressava-se a corrigir, ou seja,
sofria desse mal mundial que pune a quem ama pessoas do seu mesmo sexo, o que
felizmente está a mudar… o amigo de 92 anos morreu antes de mudar de opinião. A
amiga da cadeira de rodas não vai mudar facilmente como não muda para me dizer
diariamente e várias vezes “Como está hoje Sr. Presidente Américo Tomás!”
Dizer-me isso a mim que estou em Portugal por causa duma ditadura que combati,
passei assim, vivendo num lar, a ter os poderes de outra ditadura que nunca
conheci. Uma delícia de brincadeira!
São os divertimentos dos que não sabem que confundem a
história da humanidade porque vivem noutra realidade chamada doença senil, como
essa outra utente que entrou a falar francês aprendido da sua emigração de
trinta anos em Paris e que após sete anos de vida no lar só canta em português
as música da nossa Amália ou o hino de Fátima. “A 13 de Maio…” Que nem
Deus nem os gritos dos outros utentes conseguem calar; ou o caso do homem que
vai a caminho aos 100 anos e que me chama “doido do caralho”. Um novo nome que
este senhor criou para mim e que cada vez que não faz chichi na porta de
entrada do lar vai à casa de banho que eu uso e quando eu entro ele entra
também e diz-me “saca o seu caralho para cruzar a sua mija com a
minha, como eu fazia com os meus amigos quando batíamos punheta todos juntos…”
e eu fujo antes que queira bater punheta comigo … . Eu nem reporto o caso
à direcção, só ia arruinar a reputação do senhor centenário e não ia curar a
demência senil de que sofre e que um dia o vai matar…
É uma risada o que conto e que tem divertido a minha
vida no lar, na casa de repouso que tenho habitado há quase uma dezena de anos.
Se não procurar esses divertimentos que o Mozart fez com a música no séc XVIII
como ia eu poder viver e guardar comportamento adequado ao meu entendimento. Eu
faço rir os mais próximos, os mais amigos, os colegas de mesa, mas até certo
ponto apenas, porque uma não ouve, outra não tem voz, outro só fala para dizer
que nada tem para dizer e… só fala para pedir mais comida ou para dizer “não me
chateiam a cabeça…não me dêem banho, não quero, nasci limpo…”,
pois é
assim também como ele se cheira… É como um galinheiro em que a convivência de
galinha, patos, gansos que tenho tido o prazer de cuidar ao longo da minha
vida, bicam-se, os machos batem nas fêmeas, como é comum acontecer entre
humanos…os mais grandes sempre batem nos mais pequenos como se o seu corpo
fosse o capital que dá lucro que permite o prazer. É a alegria dos seres
humanos que sabem bater nos mais perdidos…Diário querido…alegrias do lar…
Professor Doutor Raul Iturra, Catedrático Emérito do
ISCTE-IUL
Texto Editado por Claire Smith, Antropóloga
Barra Mansa, 16 Novembro de 2024
quinta-feira, 31 de outubro de 2024
Mural da História
por Luís Santos
OUTONAIS
Ainda há pouco, quando fui comprar o pão nosso de cada dia,
dei com uma conversa de circunstância entre vizinhos, sobre um conflito
primário que se lhes relacionava e, pensei eu com os meus botões, certamente de
forma algo injusta, tratarem-se de pessoas com um qualquer tipo de ligação à
azáfama de coisas mais básicas que durante o resto do dia ficam ligados nos
crimes do “correio da manhã tv” que, como se sabe, a julgar pelo elevado
“share” das audiências, é um dos canais que determinam a representatividade
política da nossa jovem democracia. E, de repente, pelo meio do ruído que
ecoava pelas paredes da padaria, sem olhar a quem, de forma inesperada e em
jeito conclusivo, saiu-se assim: “deixe lá, o universo sempre acaba por pôr as
coisas no seu lugar”.
Mural da história: Tão evidentes que são os limites da nossa natureza e, ao mesmo tempo, tão ilimitados.
UMA FAMÍLIA DO NEPAL
Ontem numa turma que junta estudantes de dois cursos de
licenciatura, "Comunicação Social" e "Tradução e Interpretação
da Língua Gestual Portuguesa", falámos de estudos antropológicos sobre a
organização da família em vários povos espalhados pelo mundo.
Nesses estudos, fizémos referência ao que se chama de
monogamia, bigamia, poligamia e poliandria. De forma simplificada, chama-se de
monogamia quando uma união familiar junta um homem e uma mulher; de poligamia
quando um homem vive maritalmente com duas ou mais mulheres; e de poliandria
quando uma mulher casa com vários homens.
O primeiro caso faz regra um pouco por todo o mundo
ocidental; o segundo caso é muito frequente no continente africano; o terceiro
caso encontra-se em países da Ásia.
Na foto, uma mulher do Nepal com seus três maridos.
Mural da história: As sociedades humanas caracterizam-se, de facto, por uma grande diversidade cultural nas múltiplas formas em que se organizam.